Elección del método de conexión de unidades SATA a una computadora
A pesar del desarrollo continuo de las unidades y sus interfaces, la de Serial ATA (SATA) sigue siendo la más utilizada para conectarlas a la placa base. La mayoría de los discos duros e incluso algunos SSD del mercado moderno están equipados con puertos SATA, sin mencionar los equipos un poco más antiguos. Dichos dispositivos de almacenamiento suelen instalarse internamente y adjuntarse directamente al zócalo de la placa base compatible. Sin embargo, cuando una computadora se ve afectada por la pérdida de datos, puede ser necesario expulsar el medio y conectarlo a otro sistema en funcionamiento para recuperar sus datos. En este caso, la tarea se puede abordar de varias maneras, según las circunstancias específicas. Aquí le proporcionamos información sobre los métodos para conectar una unidad SATA a una PC diferente y sobre cómo elegir el que mejor se adapte a sus necesidades.
Sugerencia: Consulte el artículo sobre la identificación del tipo de interfaz de un disco duro para descubrir si su unidad tiene SATA o algún otro tipo de conector.
Elegir entre conexiones interna y externa
Como se ha mencionado antes, las unidades SATA en realidad están hechas para la instalación dentro del equipo. Aún así, es posible conectarlas externamente cuando la situación lo requiera. Hay algunas cosas a tener en cuenta al decidir cuál de estos dos tipos de conexión es más adecuado:
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Posibilidad de desmontar la carcasa del ordenador.
La gran mayoría de las carcasas de PC se pueden desmontar fácilmente con un destornillador o incluso sin uno. Sin embargo, si el equipo todavía está en garantía, quitar la cubierta y desmontarlo puede ser no deseable. Es bastante común que los fabricantes coloquen sellos o peguen etiquetas especiales que no deben dañarse para mantener vigente la garantía. Además, ciertas carcasas pueden tener diseños específicos que las hacen difíciles o incluso imposibles de desmontar.
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La disponibilidad del espacio libre en el chasis para la instalación de componentes adicionales.
Si bien no suele ser un problema para una PC de torre normal, los dispositivos compactos, como las computadoras portátiles o los ultrabooks, tienen espacios interiores limitados donde rara vez se pueden colocar unidades adicionales. Como máximo, pueden contar con una bahía adicional para una unidad SATA de 2,5 pulgadas, pero incluso esto es poco común.
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La disponibilidad de ranuras SATA vacantes en el sistema host.
Incluso cuando hay algo de espacio para instalar más unidades, la placa base también debe contar con la cantidad respectiva de zócalos SATA: una ranura para cada disco SATA. Cuando hay pocos zócalos o si están ausentes, todavía es posible conectar los discos duros de manera interna, pero en este caso, la placa base debe complementarse con una tarjeta de expansión especial que se conecta al puerto PCI Express.
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La cantidad de vataje adicional que puede proporcionar la fuente de alimentación del sistema.
Cada unidad SATA consume cierta cantidad de energía eléctrica para funcionar. Los discos duros mecánicos consumen más, en concreto, unos 15 vatios cada uno. Los SSD mantienen el consumo de energía al mínimo, pero incluso ellos requieren hasta 5 vatios. Cuando las unidades están conectadas internamente, esta energía se deriva de la unidad de fuente de alimentación de la computadora. No se recomienda explotar la fuente de alimentación más allá de sus límites máximos, ya que esto puede provocar problemas, desde el apagado hasta la falla total. En adición, si se usa una tarjeta de expansión, la propia placa consume entre 10 y 20 vatios y esto también debe tomarse en cuenta.
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La velocidad de conexión esperada.
Diseñadas específicamente para las unidades respectivas, las ranuras SATA internas en la placa base generalmente superan a los puertos externos y los adaptadores utilizados para la comunicación. Por ejemplo, la última generación de SATA3 puede funcionar a velocidades de hasta 6,0 GB/s. USB 3.0, que alcanza un máximo de 5,0 GB/s, y versiones superiores del estándar han aumentado significativamente la velocidad de este bus externo, convirtiéndolo en una alternativa decente a SATA. No obstante, en los escenarios del mundo real, por lo general, es imposible alcanzar los valores que estén cerca de este máximo teórico.
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El presupuesto que se puede destinar a equipos complementarios.
Los métodos de conexión externa permiten superar la mayoría de los obstáculos asociados con la instalación interna de discos SATA, como la necesidad de abrir la carcasa, de adjuntar las unidades a la placa base y de realizar cálculos de potencia. Aún así, siempre implican gastos adicionales en adaptadores, cables, fuentes de alimentación externas y otros accesorios, según el método elegido. Algunos de ellos pueden ser bastante costosos, pero ofrecen una mayor seguridad y comodidad.
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El nivel de conocimientos técnicos.
El trabajo con las partes internas del hardware de la computadora requiere habilidades técnicas decentes. Si no sabe manipularlos o si se siente incómodo al hacerlo, sería mejor optar por medios externos o incluso dejarlo a los profesionales. El manejo inadecuado puede provocar daños físicos a los componentes y destruir las posibilidades de una recuperación de datos exitosa.
Métodos de conexión interna de unidades SATA
El principal método de conexión interna consiste en adjuntar el disco a la ranura SATA de la placa base mediante su cable de datos SATA nativo. Estos puertos tienen forma de L y pueden etiquetarse como SATA1, SATA2, etc. según la generación de SATA. Pueden ser de color negro, rojo o naranja, según el fabricante. Como regla general, el número de ranuras varía de 4 a 6. Si decide liberar algunos puertos para conectar unidades nuevas, tenga cuidado, ya que se puede desconectar accidentalmente la unidad de sistema o RAID.
Imagen 1. Puertos SATA en la placa base.
Los puertos SATA no utilizados pueden estar desactivados de forma predeterminada en el sistema. Si es así, ellos deben habilitarse manualmente en la configuración del BIOS.
El cable de alimentación SATA, en este caso, debe adjuntarse al puerto SATA en la fuente de alimentación del sistema. Si el número de puertos es menor que el número de unidades SATA, un solo zócalo se puede dividir en dos o más conectores con un divisor de alimentación SATA adicional.
Imagen 2. Puerto de alimentación SATA en la PSU.
Imagen 3. Divisor de potencia SATA.
Sugerencia: Échele un vistazo a la instrucción de cómo conectar una unidad SATA directamente a la placa base de una computadora.
Cuando resulta que la placa base carece de suficientes puertos para conectar todas las unidades SATA necesarias, aun es posible conectarlas a través de una tarjeta de expansión. La última se conecta a la ranura PCIe de la placa y permite adjuntar más dispositivos de tipos específicos con cables compatibles. También conocida como adaptador de bus del host (HBA), esta tarjeta se distingue por el tipo de interfaz que ofrece. En el caso de SATA, se puede usar un HBA SATA o SAS, ya que el estándar SAS más nuevo es compatible con las versiones anteriores.
Imagen 4. Puertos PCIe en la placa base.
Imagen 5. Adaptador de bus del host SATA.
Imagen 6. Adaptador de bus del host SAS.
Cabe señalar que las ranuras PCIe van en diferentes configuraciones, según el número de carriles físicos: x1, x4, x8, x16 o x32. Por lo tanto, también se debe prestar atención al número de carriles que requiere la tarjeta, ya que este factor determina su rendimiento y la compatibilidad con los zócalos PCIe disponibles.
Asimismo, los adaptadores de bus host más antiguos pueden tener restricciones en cuanto a la capacidad de las unidades para las cuales pueden servir de host. Es posible que los discos de más de 2TB no sean compatibles y se reconozcan como unidades de 2TB, mientras que el resto de la capacidad simplemente quedará inaccesible.
Sugerencia: Por favor, consulte el manual de instalación de unidades SATA por medio de una tarjeta de expansión.
Métodos de conexión externa de unidades SATA
Para conectar un disco duro o una unidad SSD SATA de manera externa, se requiere un adaptador especial de USB a SATA que establecerá la comunicación con el puerto USB estándar que se encuentra en la mayoría de las PC y computadoras portátiles modernas.
Imagen 7. Adaptador USB a SATA.
Un puerto USB permite tanto transferir los datos como alimentar la unidad. Sin embargo, suministra una cantidad relativamente pequeña de energía. Es que dicha energía será suficiente para los discos duros compactos de 2,5 pulgadas y SSD, pero los de 3,5 pulgadas consumen más energía, por lo que requieren una fuente de alimentación independiente. Es posible que el kit del disco ya incluya un adaptador de alimentación de CA/CC. De lo contrario, el adaptador USB a SATA debe tener al menos un puerto de entrada de 12V; entonces, se puede comprar un adaptador de alimentación por separado y utilizarlo con los discos duros que consumen más energía.
Imagen 8. HDD SATA alimentado mediante un adaptador de CA/CC.
Cabe resaltar que no todos los adaptadores USB a SATA son iguales. Un alto rendimiento se puede lograr sólo con los modelos provistos de al menos la versión USB 3.0 del bus, mientras que los con USB 2.0 son notablemente más lentos. Además, la mayoría de ellos no son compatibles con las unidades mayores de 2TB, ya que solo los de USB 3.0 y superior pueden manejar los discos de hasta 6TB.
Sugerencia: La aplicación del método se demuestra en el tutorial sobre la conexión de unidades SATA con la ayuda de un adaptador USB a SATA.
Un adaptador USB a SATA puede estar incrustado en una carcasa protectora especial en la que se inserta un disco. Estos dispositivos se conocen como carcasas o cajas externas para discos duros. Pueden estar hechos de plástico o de metal y variar en diseños.
Imagen 9. Carcasa externa para discos SATA.
El tamaño de la carcasa (también conocido como caja o gabinete) debe corresponder al factor de forma del disco. Algunos gabinetes sólo pueden acomodar unidades de 2,5 pulgadas, mientras que otros, las mecánicas de 3,5 pulgadas. También es posible insertar una unidad de 2,5 pulgadas en una carcasa de mayor capacidad utilizando una bahía especial o un soporte de montaje.
En la mayoría de las carcasas se puede colocar una sola unidad SATA, pero las de gama alta pueden estar equipadas con múltiples bahías para dos o más unidades.
Imagen 10. Carcasa externa con múltiples bahías para unidades.
Aunque este método tiene las mismas limitaciones que un adaptador básico de USB a SATA, es preferible para conexiones a largo plazo en vista de su mayor seguridad.
Sugerencia: Por favor, lea el tutorial correspondiente para enterarse de cómo conectar unidades SATA con la ayuda de una carcasa externa.
Última actualización: el 15 de noviembre de 2022